LOS CUENTOS DE PATRICIA CALVELO QUE REESCRIBEN EPISODIOS BÍBLICOS

VAN LOS CUENTOS....

LA CREACIÓN[1]

Al principio, crea el cielo y la tierra. Y separa la luz de las tinieblas, y divide las aguas del suelo seco, y ve que todo es bueno. Luego, hace crecer flores y árboles frutales, y les da distintos colores y perfumes, y ve que todo es bueno. Después, pone seres plateados y dorados en las aguas, y crea otros para poblar la tierra, y aves para surcar los cielos, y los bautiza a todos con nombres melodiosos. Y ve que todo es bueno. Y prueba todos los sabores, y decide que uno de los árboles, el de las deliciosas frutas rojas, será sólo para Él. Y se recuesta a descansar y disfrutar de su creación. Pero no se siente del todo satisfecho: algo le falta aún. Entonces dice: Crearé un nuevo ser a mi imagen y semejanza. Y va moldeándolo en arcilla, y cuando está terminado, infunde vida en un beso. Sin duda, ésta es la mejor  de sus obras, la más bella de todas, la más brillante y armoniosa. Para coronarla, le pone un nombre. Al nuevo ser, sin embargo, no le gusta el nombre que le ha dado, y se lo cambia. Él tiene un raro presentimiento. En seguida, esta criatura empieza  a cuestionarle cosas. Entonces, Él comienza a sentir un miedo que no lo abandonará jamás, y le miente: le dice que Alguien, Alguien terrible y todopoderoso, lo ha creado a Él primero, y después le ha sacado una costilla y la ha formado a ella. Y que como ella es solo un pedacito de Él, tiene que obedecerlo en todo. Y que como ella es solo un pedacito de Él, tiene que obedecerlo en todo. Y que ella no debe hablar demasiado ni en voz muy alta para no despertar al Creador; no contradecirlo a Él, a quien el Creador declaró dueño y señor de todo, y en especial no comer del árbol que en este momento le está señalando. Pero ella, que no le cree una sola palabra, arranca un fruto del árbol prohibido y, dándole un gran mordisco, desata la primera tormenta de la historia.

EL DILUVIO

Luego de largos meses de durísima labor y poco descanso, han concluido la magnífica arca. El anciano da cientos de instrucciones a todos acerca de cómo, cuándo, por qué, para qué y con qué hay que llenarla. Su boca no cesa de proferir advertencias y amenazas. Finalmente el aprovisionamiento se ha llevado  cabo.
Entran de dos en dos en la inmensa embarcación ¡una pareja de cada especie!, grita incansable el patriarca. En el séptimo día, cuando hasta el último detalle ha sido cumplido al pie de la letra, cierran el arca con la sensación del deber cumplido. Han dejado al viejo en tierra y, con las primeras gotas, ven con satisfacción cómo se ahoga en su propio diluvio.

EL SACRIFICIO

Suben la montaña de la mano.
-Papá- dice el niño. El anciano parece no escucharlo.
-Papá-vuelve a decir con voz muy suave.
-Sí, hijito, ¿qué pasa?- pregunta el viejo con ternura.
-Papi, ¿qué vamos a hacer al monte?
-Vamos a hacer un sacrificio al Señor- responde mientras aprieta el hacha en la otra mano.
El pequeño se queda callado un momento. -Pero papi: ¿Dónde está el cordero que sacrificaremos?- pregunta, buscando con sus ojos los ojos del padre.
-El cordero, mi principito…- dice el viejo mientras se esfuerza para que no se le quiebre la voz. Se arrodilla frente a su hijito- su único hijo- y acariciándole la cabeza le contesta:-Mmm… ¡Creo que me lo olvidé!- y empieza a hacerle cosquillas.
Dios ha elegido a Abraham porque sabe que su amor es incondicional. Pero Abraham duda y elevando su rostro al cielo pide secretamente piedad. No recibe ninguna señal. Entonces toma nuevamente al niño de la mano y reanudan la subida.
Dios le perdonará este momento de debilidad.
Abraham no. Abraham no perdonará.


FE DE ERRATAS

Fui Eva expulsada del Paraíso. Fui la esposa de Lot convertida en estatua de sal. Fui Dalila cortando la melenuda fuerza de Sansón. Fui la reina de Saba enamoradamente perdida en el nombre de Salomón. Fui Salomé pidiendo la cabeza de Juan el Bautista. Fui María la Virgen recibiendo al Arcángel Gabriel. Fui María Magdalena descubriendo la tumba vacía.
De todos estos episodios encontrarás testimonio en las Escrituras.
También fui la elegida que salvó a todas las especies del diluvio universal; la que, vendida como esclava por sus hermanas, interpretó los sueños del Faraón de Egipto; que guió al pueblo de Dios hacia la Tierra Prometida a través del Mar Rojo y el desierto. Fui la Mesías que murió crucificada, la que al tercer día resucito entre los muertos.
Estos y muchos otros sucesos han quedado también escritos. De ellos hallarás versiones corregidas y aumentadas por la pluma de Judas.

[1] Todos los cuentos pertenecen al libro Relatos de bolsillo (2005), Ediunju, Jujuy, Argentina.

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